Antes de Juana Barraza Samperio “la mata viejitas”, existió en España su contraparte masculina, dueño de un encanto casi cegador, José Antonio Rodríguez Vega lograba abordar a casi cualquier mujer, pero se enfocaba solo a las mas mayorcitas.


Paso algún tiempo tranquilo, hasta que se volvió a casar, pero esta vez lo hizo con una chica que tenia un leve retraso mental, razón por la cual José la manejaba a su entero antojo para volver a las andadas, pero esta vez regreso mas violento, es en esta época que comienza su carrera como asesino serial de ancianas, sumo 16 crímenes comprobados en el lapso de un año que comprendió de abril de 1987, a abril de 1988, siendo el asesinato de Margarita Gonzáles el que vinculara a el “mata viejitas” con los demás crímenes, al estar revisando la escena del crimen se encontró una tarjeta de presentación con su nombre, y oficio, ya que el hacia reparaciones de albañilería, fontanería, pintura, etc. Y esa era la forma en que se introducía a las casas de las ancianas, para después someterlas y matarlas sin piedad, y para ejemplo un botón, entre sus victimas estaba una anciana que tenia la dentadura postiza literalmente encajada en la garganta y con marcados signos de violencia sexual.

En una de las muchas prisiones en la que fue encerrado se encontraba otro infame asesino serial español llamado Manuel Delgado, “el arropiero”, con el que entablaba acaloradas discusiones para ver quien había matado mas gente, cosa que contrastaba con las declaraciones que había dado, en las cuales se dijo inocente de todos los asesinatos. 440 años fueron la condena que debería de pagar por sus crímenes, y aunque dentro de la prisión estudio derecho penal, jamás pudo hacer nada por reducir la condena.
Era el 23 de octubre del 2002, el mata viejitas junto con otros siete reos salen al patio de la prisión, y momentos después comienza una riña, en la que José Antonio estaba destinado a sacar la peor parte, es sometido de un golpe que le dan con un calcetín con piedras dentro, y ya en el piso le asestan alrededor de 170 puñaladas en todo el cuerpo que queda como una masa sanguinolenta, le sacaron los ojos y parte de la masa cerebral quedo expuesta, dos policías intentaron parar la masacre, pero uno de los ejecutores los enfrento con una punta de acero y les dijo que si estaban dispuestos a defender a un violador, a lo que los oficiales al ver las pocas posibilidades de sobrevivencia de José, retrocedieron, solo para ver como otro reo se detenía solo para afilar su punta y acto seguido montarse sobre el pecho y asestarle alrededor de cuarenta piquetes. Dos días después, el 25 de octubre fue enterrado en una fosa común, solo los enterradores estuvieron presentes para ser testigos de que hay yacería uno de los asesinos mas prolíficos que ha dado la madre patria, España. Saludotes.
1 comentario:
curioso blog el tuyo , queria hacerte unapunte en las carceles españolas no hay policias son funcionarios de prisiones
Publicar un comentario