El día transcurría normal para los oficiales José Ismael Alvarado Ruiz y Marco Antonio Cacique Rosales daban su habitual rondín por las calles de la ciudad, de pronto un joven de nombre José Joel López Gonzáles sale corriendo de un conjunto de departamentos y delante de el una señora, José Joel gritaba que la detuvieran ya que acababa de matar a una viejita, los policías iniciaron la persecución y a las dos cuadras terminan deteniendo a Juana barraza samperio, y en un golpe de suerte los dos oficiales resuelven uno de los misterios mas sonados de los últimos tiempos en México y discúlpenme si no les doy crédito a la policía pero dejan DEMASIADO que desear.
Ana Maria de los Reyes Alfaro contaba con 83 años cuando se convirtió en la ultima victima de “La mata viejitas” infame nombre con el que quedaría bautizada por los medios Juana barraza, para ese momento los medios comienzan a darle demasiada relevancia a el asunto y como en numerosos casos de asesinos seriales, la repentina atención hacia ellos los hace abrirse y confiesa con lujo de detalle una serie de homicidios cometidos anteriormente contra el sector femenino de
la tercera edad.
En 1998 comienzan a aparecer en la ciudad de México ancianas asesinadas, en común tenían que todas eran mujeres, que todas eran solas y todas ellas muertas por asfixia, sumando en el lapso de 7 años, hasta el 2005 pues, cuarenta y cuatro homicidios, en este tiempo se manejaron varias líneas de investigación, que era un hombre robusto, marcaba una, que homosexual otra y la ultima y mas aceptada que era un travestí y luchador, y les explico por que era la mas aceptada, resulta que nuestra brillante policía había llegado a la conclusión de que “El mata viejitas” como fue conocido en un principio debía ser trasvertido esto por el echo de que solamente así podría acceder a las viviendas de las victimas y lo de luchador por
que creían que por medio de una llave o candado al cuello era la forma en que las terminaba, una forma por demás surrealista la de pensar la de la policía, no creen. Al paso de los meses y al no tener una pista sólida que los llevara a el criminal, en una rueda de prensa el entonces procurador Batís dio la noticia que el asesino se había suicidado, en base a un lapso en el que no hubo asesinatos se cree que saco por
conclusión el suicidio. A esta declaración hubo una inmediata respuesta de asesinatos como para demostrar que seguía mas viva que nunca y esta forma de reaccionar solo reafirma el tipo de perfil del asesino que demanda cada vez mas la atención, un tipo de narcisismo patológico que quedo demostrado al ser detenida y ser el centro de atención de los medios como mencione anteriormente, estaba pues en su medio.
La vida de Juana barraza de un principio es dura nace el 27 de diciembre de 1958 En Pachuca, hidalgo su padre es trinidad barraza y lo único que se sabe de el es que abandono a su madre justa samperio, llevándose con el al hermano mayor, el mismo día que nació Juana, y no se vuelve a saber de ellos nunca, su madre se junta después de un tiempo con Gerardo Hernández con quien tiene dos hijos mas, su madre se vuelve alcohólica, descuidando a la familia y a la pequeña Juana. , cabe recalcar que Juana es analfabeta casi toda su vida y con la única figura paterna que cuenta es con la de su padrastro al que siempre le esconde los malos tratos a los que era sometida. A los doce años su madre en plena borrachera la cambia por tres cervezas a José Lugo que la lleva a su domicilio y esa misma noche es violada quedando embarazada, en este sitio dura quince meses hasta que es rescatada por los hermanos de su padrastro, estos la buscan muy en contra de las ordenes de su padrastro, al cual la madre de Juana había engañado diciéndole que Juana había huido con José Lugo, el padrastro al saber de el engaño arremete violentamente contra justa samperio, y es ahí que el se hace cargo de Juana y de el niño hasta los dieciocho años que es cuando muere la madre de Juana. Años mas tarde muere su padrastro y es cuando por primera vez siente la perdida de un ser querido posteriormente tiene otros tres hijos mas, cabe señalar que a su primer hijo lo matan de forma violenta cuando es ya un adulto de veintisiete años.
Capturada la mata viejitas se comienzan a hacer estudios de su personalidad, al darse cuenta que el robo no fue siempre el móvil de el crimen, y se llega a la conclusión de que todo el resentimiento que cargo por mucho tiempo contra su madre lo desahogo en la figura de las ancianas que mato, aparte al registrar su casa se encuentran dos altares uno de la santa muerte y el segundo a Martín Malverde el denominado santo de los narcos y esto denota las ansias por tener “aliados” poderosos que la ayuden en su cacería por así llamarle, por otra parte también se descubre que es una gran admiradora de la lucha libre y según ella la practica activamente y lucha con mascara con el nombre de la dama del silencio que hacia honor a su carácter sombrío. Profundizando mas en su modus operandi, ella confiesa que al salir a cometer algún delito siempre viste de rojo, esto para disimular cualquier salpicadura de sangre que pudiera delatarla, ella se hace pasar por enfermera o trabajadora social teniendo acceso a las viviendas de las victimas y de esta forma se da cuenta de cuan solitarias viven, por lo cual se nota que ningún asesinato fue al azar, todos fueron con premeditación y alevosía. Esto es una parte de la historia de Juana Barraza Samperio la infame “Mata viejitas”.
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