En buenos aires argentina en el tiempo de Perón ocurrieron varios asesinatos en los que la brutalidad fue el sello que imprimió Francisco Laureana a su obra. 
La prensa de aquel entonces no le daba mayor importancia a los hechos de la nota roja por el ambiente de hostilidad que existía, eso seria incrementar el sentimiento de inseguridad de la población, pero el no difundirlo no quería decir que no estuviese pasando.
Francisco era un artesano que vendía figuras de madera tallada, el era un hombre de carácter huraño y poco sociable, según quien lo conocía el era también analfabeta, pero nadie de los que dijeron conocerlo bien podía creer lo que la policía les estaba diciendo el 27 de febrero de 1975, francisco había caído muerto después de una persecución que había iniciado con la queja de una mujer que dio las señas de un hombre que momentos antes intento atacarla y la policía lo relaciono con un asesino que buscaban desde hace tiempo, la policía lo busca y lo encuentra cuadras adelante y al intentar hablar con el, saco un revolver de la bolsa que llevaba al hombro y les disparo, la policía al contestar el fuego lo hirió en un hombro, pero el con agilidad logra poner distancia entre ellos, la búsqueda continua y al pasar por un terreno baldío un grito atrae la atención de los policías, que se acercan con sigilo solo para ver que un perro tiene prendido el brazo de francisco que grita del dolor, pero vuelve a disparar y la policía lo cose a balazos. Entre las cosas de Laureana se encontraron tres armas de fuego, lo que contrastaba con su vida “normal”, porque según su esposa siempre que el salía le recomendaba cuidar a los chicos pues había muchos locos en la calle.
El modo de operar de este asesino era el buscar damas o niñas que caminaban solas y asaltarlas pera someterlas hasta inmovilizarlas para después abusar de ellas y matarlas a tiros o estrangulándolas. El regresar a los lugares en donde cometió los asesinatos le hacia revivir el momento del crimen y el guardar recuerdos de sus victimas era como un trofeo de las cacerías que protagonizo. 
Quince violaciones y diez homicidios fue el record de este criminal, el modo como se le relaciono con los crímenes fue precisamente por las cosas que guardaba de sus victimas, gracias a estas evidencias se le pudo colocar en varias escenas del crimen y quien sabe cuantos asesinatos mas habrá cometido, ese secreto se lo llevo a la fría tumba. Saludotes. 
La prensa de aquel entonces no le daba mayor importancia a los hechos de la nota roja por el ambiente de hostilidad que existía, eso seria incrementar el sentimiento de inseguridad de la población, pero el no difundirlo no quería decir que no estuviese pasando.Francisco era un artesano que vendía figuras de madera tallada, el era un hombre de carácter huraño y poco sociable, según quien lo conocía el era también analfabeta, pero nadie de los que dijeron conocerlo bien podía creer lo que la policía les estaba diciendo el 27 de febrero de 1975, francisco había caído muerto después de una persecución que había iniciado con la queja de una mujer que dio las señas de un hombre que momentos antes intento atacarla y la policía lo relaciono con un asesino que buscaban desde hace tiempo, la policía lo busca y lo encuentra cuadras adelante y al intentar hablar con el, saco un revolver de la bolsa que llevaba al hombro y les disparo, la policía al contestar el fuego lo hirió en un hombro, pero el con agilidad logra poner distancia entre ellos, la búsqueda continua y al pasar por un terreno baldío un grito atrae la atención de los policías, que se acercan con sigilo solo para ver que un perro tiene prendido el brazo de francisco que grita del dolor, pero vuelve a disparar y la policía lo cose a balazos. Entre las cosas de Laureana se encontraron tres armas de fuego, lo que contrastaba con su vida “normal”, porque según su esposa siempre que el salía le recomendaba cuidar a los chicos pues había muchos locos en la calle.
El modo de operar de este asesino era el buscar damas o niñas que caminaban solas y asaltarlas pera someterlas hasta inmovilizarlas para después abusar de ellas y matarlas a tiros o estrangulándolas. El regresar a los lugares en donde cometió los asesinatos le hacia revivir el momento del crimen y el guardar recuerdos de sus victimas era como un trofeo de las cacerías que protagonizo. Quince violaciones y diez homicidios fue el record de este criminal, el modo como se le relaciono con los crímenes fue precisamente por las cosas que guardaba de sus victimas, gracias a estas evidencias se le pudo colocar en varias escenas del crimen y quien sabe cuantos asesinatos mas habrá cometido, ese secreto se lo llevo a la fría tumba. Saludotes.
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